El éxito de la terapia de conducto radicular depende de la comprensión de la anatomía de la raíz y la morfología del conducto radicular. La conciencia y la comprensión de la presencia de una anatomía inusual de la raíz y del conducto contribuyen en gran medida al éxito del tratamiento de conducto.
Las fracturas radiculares verticales (VRFs) representan aproximadamente el 2-5% de todas las fracturas dentales y están presentes en el 10-20% de los dientes extraídos que son tratados endodónticamente. VRFs ocurren principalmente en pacientes de mayor edad, Estas fracturas tienen una etiología multifactorial y están asociados con trauma dental, hábitos parafunccionales, fuerzas oclusales excesivas, enfermedades o procedimientos clínicos que causan una pérdida acentuada de la estructura del diente, fuerza exagerada durante el procedimiento de condensación de llenado de endodoncia o después de la colocación de un espigo metálico, cuando no se ha realizado una adecuada planificación.