Mientras que la radiografía periapical es considerado como una herramienta de diagnóstico auxiliar importante en la odontología, la cantidad de radiación emitida durante el examen requiere una protección adecuada tanto para el paciente como para el profesional, ya sabemos que los rayos X son un tipo de radiación ionizante de alta energía cuyos efectos nocivos biológicos han sido muy bien estudiadas por lo que potencialmente pueden dañar cualquier tejido humano expuesto a ésta radiación.